Cinco Poemas al mar

1-

Te me acercas

contándome al oído milagros

de miles de leyendas

que quedaron entre tus aguas.

Me salpicas

con espumas inundadas de misterios

de otros tiempos y distancias,

con lamentos de promesas

que perdieron sus palabras

en tus bajamares intensos…

Y yo me acerco y te salpico

sabiéndome tan pequeño,

tan desconsoladamente chico,

tan solo entre mis gentes cotidianas,

que me apabullan tus mareas,

tus olas y tus resacas.

A veces me respondes…

Pero de continuo callas y resbalas

en las arenas de mi playa

que esperan impacientes tus respuestas.

2-

Van y vienen sin cesar
desde el horizonte sin parar
bailando con el viento juntas están
bañando a la gente
de amor y felicidad…

Que entre peces y gente van sin parar
que entre el sol, el viento y la arena
se escuchan sonar
juegan con los niños que a la playa van
bañando las arenas con las que jugando están
para crear sus castillos
en la orilla del mar…

Una atrás de otra
no dejan de cesar
desde el horizonte
hasta la orilla del mar
van y vienen sin parar
bañando de felicidad
a todos los que a la playa van…

3-

Cuando el sol

acaricia el horizonte de tu cuerpo

y la brisa se esconde

a dormir en la penumbra de las dunas,

poco antes de que lo oscuro

te acune y te proteja,

en el mágico intervalo de minutos

en que el día se viste

con el negro hondo de la noche,

entonces, mi mar, entonces,

me sobran las palabras

y me hago de espuma y de salitre…

Entonces,

tus murmullos monocordes y constantes

son todo lo que quiero y lo que mamo:

y sé que soy,

y sé que siento,

y sé que vivo

en un maridaje secreto y relajado

con historias de marinos y de peces

que juntan magia en tus orillas.

Entonces,

desde esta orilla que me dieron

con fortuna y sin angustias,

dejo llorar los sentimientos

que me hermanan con el mundo

impotente y revanchista,

plácido y rencoroso,

ofendido,

soñador,

esperanzado…

4-

Pero cuando amanece

en la playa larga y solitaria,

cuando el sol comienza a acariciar

las dunas y las olas,

cuando las gaviotas y los peces

saludan jubilosos el despertar de la mañana,

entonces el mar, mi mar,

me habla de emociones contenidas

mientras mis pasos presurosos

interrumpen el cristal claro de las aguas

en las orillas de la playa.

Entonces me hago de sueños

y dejo acunar los sentimientos dormidos

en cada paso, en cada huella

de aguas y de arenas. Entonces

mi canto es un canto de peces y gaviotas,

de barcos que faenan a lo lejos,

de bancos de sardinas o jureles

que buscan su amor desesperado.

Y mis pasos, que el agua borra

pero que guarda la arena dorada,

son versos de esperanza

que voy lanzando a los vientos,

al agua, a las olas, a las gaviotas…

a todo lo que añoro y lo que amo.

5-

Escúchame mar:

ahora me voy. Me voy

pero no te dejo

porque es imposible dejar el corazón

y llevarse tan solo el cuerpo…

Me voy hacia tierra adentro

pero llevo pegado a los costados

todo tu mundo abierto de promesas

que has dejado colgadas

de mi alma mensajera.

Y llevo tus olas y la furia

de tus vientos contrapuestos,

y la sangre de tus gentes laborantes

y de las gentes que se pierden

en tu frontera maldita.

Y llevo tu magia y tus misterios,

tus colores y el ronroneo incesante

de la música de tu cuerpo

cuando choca con el aire

o cuando besa las arenas soñadoras

de las playas recelosas.

Y llevo, sobre todo y más que nada,

llevo todas tus promesas

y todos tus silencios…

Te llevo, mi mar,

hacia donde la tierra

huele y sabe a materia prometida,

donde el viento choca con las rocas

y el agua no tiene salitre

ni peces, ni algas, ni cangrejos…

Pero te llevo hasta la próxima.

Poemas de LUIS E. PRIETO

         Agosto-2000

Noticias Playa del Carmen

Acerca de Playacarla

Más playense que la chancla y fundadora de Soy Playense. Consejos de vivir en este paraíso te doy porque tu amiga PlayaCarla soy.

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