Si eres de la Ciudad de México o de cualquier parte de la República donde el clima es templado o frío, seguro te bañas en las mañanas. Y cuando llegas a Playa sigues tu rutina. Porque así lo hiciste y lo has hecho durante toda la vida. Algunos días de mucho calor, quizás te des otro regaderazo en la noche o te metes a una alberca y te enjuagas el cloro al salir.
A nuestros amigos europeos esto de bañarse a diario les parece excesivo. Un desperdicio de agua y recursos. En pleno verano, con 40 grados centígrados, suelen bañarse cada tercer día (cuando mucho). Claro, siempre hay excepciones y es difícil generalizar, pero no deja de ser una costumbre más o menos común.
Hace unos años, una amiga fue a conocer a sus parientes de España. Vivían en un pueblito cercano a Madrid. Todo bien, los primeros días. ¡Qué linda! ¡Qué educada, la prima mexicana! Pero después de una semana, la sentaron en el comedor y le externaron su preocupación.
–¿Qué tienes?¿Estás enferma?
Extrañada, mi amiga les preguntó por qué lo pensaban, y la respuesta la sorprendió:
–Por qué te bañas todos los días. ¿Tienes alguna enfermedad?
Para los estándares del centro del país, las costumbres europeas son “extrañas” y quizás hasta “poco higiénicas”. La misma amiga, cuando visitó Mérida por primera vez se encontró con otra sorpresa.
–¿De dónde eres?, le preguntaron en el pequeño hotel donde se hospedó.
–De la Ciudad de México.
–Ah, entonces vamos a ahorrar agua.
Ella no entendió el chiste, hasta que alguien se lo explicó. Nuestro vecinos yucatecos ven las costumbres chilangas de la misma manera que los chilangos pueden ver a los europeos. Bañarse una vez al día no les parece suficiente. Es más, ni siquiera es muy bien visto. Los yucatecos consideran a los defeños poco aseados, por decir lo menos. En Mérida y sus alrededores, la costumbre es bañarse dos y tres veces al día.
Como ves, lo que en un lado parece normal, en otro puede ser síntoma de enfermedad o falta de higiene. Y la frecuencia con que la gente se baña, a veces tiene más que ver con las costumbres que con el clima.
Y tú ¿cambiaste tus costumbres sobre al llegar a Playa?