Esta vez tomamos nuestras sandalias y nos lanzamos a explorar para conocer un poco más de la Riviera Maya. Así fue como llegamos a una isla aún poco valorada, pero que ofrece una magia muy especial, además de gran variedad de actividades y espectaculares bellezas naturales. Nos referimos a Holbox que en maya significa: hoyo negro.
¿Cómo llegar?
Holbox se encuentra ubicada al norte de nuestro Estado. Desde Playa del Carmen ahora es más sencillo llegar por automóvil gracias a la nueva autopista (hora y media aproximadamente). O bien, puede uno tomar un ADO con destino a Chiquilá que es de donde parte el Ferry cada media hora hacia Holbox.
¿Qué ver?
Sus calles de terracería y el ambiente de relajación que se respira contagian de esa magia que sólo se puede encontrar en lugares así: naturales, casi vírgenes. Holbox es conocido por varias razones, pero las más populares son las pequeñas islas que la rodean, como Isla Pájaros que recibe este nombre por la gran cantidad de aves que alberga. Es posible ver desde patos hasta flamingos. Está también la Isla de la Pasión que sin duda es uno de los mejores lugares para tomar fotos con el objeto de compartirlas en redes sociales. Las imágenes parecen surgidas de un sueño. Con un poco de suerte, puede verse desde la lancha a la familia de delfines que nadan en libertad. Holbox también cuenta con el privilegio de ser uno de los pocos lugares en el planeta donde se puede ver al pez más grande del mundo: el tiburón ballena. La temporada de avistamiento es de Mayo a Septiembre.
Si vas a Holbox no te puedes perder:
- El tour en lancha a la laguna de Yalahau. Un ojo de agua cristalina y fresca en la cual puedes ver con tus propios ojos cómo sale a borbotones desde las entrañas de la tierra. Además existe la creencia entre los locales que tiene propiedades rejuvenecedoras.
- Rentar un carrito de golf para recorrer la isla también es una actividad imperdible. No creo que existan muchos lugares en el mundo donde puedas estacionarte libremente a la orilla de la playa y sin ninguna otra preocupación más que disfrutar de la tranquilidad del mar y la vista.
- Y si de comida se trata, no podemos dejar de mencionar la oferta culinaria de esta maravillosa isla, desde tacos o empanadas de raya y mariscos frescos, hasta la típica pizza de langosta ¡Hay para todos los gustos!
En lo personal no he tenido oportunidad de quedarme a pasar la noche en la isla, pero si eres afortunado, puedes encontrar hoteles con todas las comodidades o hasta algún hostal más económico.
La cereza del pastel son sus atardeceres… ¡Qué atardeceres!