Semicentralización de las elecciones locales, cambios en la conformación del consejo general del instituto nacional y de los órganos estatales, atracción de comicios cuestionados, fiscalización de recursos de campaña, democracia partidista, pago a proveedores y educación cívica, son los ocho temas en los que la reforma política y electoral cambia las funciones de las autoridades electorales del país.
Tras la aprobación en ámbas cámaras del Congreso federal, la creación del nuevo instituto quedó ya “amarrada” y espera sólo ser ratificada mediante el aval de la mitad más uno de las legislaturas estatales.
El cambio en la autoridad electoral no será sólo de nombre: la transformación del IFE al INE implica que este órgano nacional tendrá algunas facultades nuevas y otras le fueron retiradas para transferirlas a los institutos estatales electorales.